Más vale tarde que nunca. La Ultreya Diocesana de Molco fue un punto de encuentro para Cursillo, primero para dar gracias por los bellos momentos vividos, por los nuevos cursillistas que integran nuestra iglesia y movimiento y para disfrutar juntos la alegría de vivir en Jesús.
El quincho que administra Patricio y Ube fueron nuevamente el punto de encuentro con la naturaleza y con nosotros mismos.
Un gesto muy especial se vivió con la quema de palancas. El humo subió al cielo a unirse con nuestras plegarias y esperanzas y a la espera de que el 2012 sea un año fructífero para nuestras familias y para la iglesia.
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