martes, 13 de marzo de 2012

Jornada jubilosa, una inyección de piedad


La hermandad y la alegría de cada uno de los integrantes del Movimiento de Cursillo de Cristiandad se vivió con especial fuerza en la última jornada jubilosa efectuada en la parroquia Santa Inés de isla Teja. Esta actividad fue organizada por la vocalía de piedad y significó la primera actividad oficial del año del MCC de Valdivia.
Esta jornada tuvo un interesante tema central: la piedad. El tema lo entregó el diácono Pedro Montecinos , quien expuso con términos claros acerca de los frutos que entrega la piedad y de los que experimentamos en nuestra vida cotidiana, pero también demostró cuáles son los gestos de piedad por excelencia y las obligaciones como cristianos para con la piedad, tal como la participación en la eucaristía (ojalá diaria si es posible o al menos los domingos), respetar las fiestas de precepto o de guardar y cultivar  gestos de piedad típicos como rezar el Rosario, ir a las Adoraciones al Santísimo, hacer Vía Crucis, participar en la confesión, entre otras.
El compartir en decurias fue aún más provechoso y las tres decurias llegaron a conclusiones claras respecto a que el movimiento debe recuperar los gestos de piedad para motivar el estudio y posteriormente la acción.
También se hizo un gesto de piedad con la oración en comunidad de la Coronilla de la Divina Misericordia y que dirigió la vocal de piedad Doris Suazo.
Los cantos, la animación y hasta el baile hicieron que el nombre de jornada jubilosa sea la denominación perfecta de este encuentro.
También hay que destacar los testimonios de las tres decurias y especialmente de Tamara Cid y María José Huaquín, dos integrantes del grupo misionero que fue a isla del Rey este verano. Ambas dieron fe de lo que significó sentir la piedad y la acción entre los hermanos más necesitados.
La jornada finalizó con una eucaristía que presidieron el asesor del MCC Valdivia, padre Carlos Martínez, y el diácono Hernán Ríos.

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